El ICM desarrollará, en el marco de esta iniciativa, una plataforma de ciencia ciudadana donde cada comunidad implicada podrá colgar y compartir sus observaciones.

Este mes de octubre ha arrancado ARSINOE, un proyecto europeo del programa de retos de la sociedad, acción climática y medioambiente en el que el Institut de Ciències del Mar (ICM) monitorizará la biodiversidad gracias a la ayuda de la ciudadanía.
En concreto, el ICM desarrollará, en el marco de esta iniciativa, una plataforma de ciencia ciudadana en la que cada comunidad implicada podrá colgar y compartir sus observaciones, contribuyendo así al seguimiento de la biodiversidad en las diferentes regiones del proyecto donde se desarrollará esta actividad participativa.
El proyecto, que dispone de un presupuesto de 15 millones de euros y está coordinado por la Universidad de Tesalia, reúne a un total de 41 socios de 15 países. Durante los próximos cuatro años, todos ellos trabajaran conjuntamente con el objetivo de desarrollar e implementar medidas y soluciones innovadoras de adaptación al cambio climático en toda Europa.
“Algunas de las soluciones planteadas van a requerir un seguimiento intensivo de la biodiversidad, y es aquí donde la plataforma participativa que vamos a implementar va a jugar un papel clave”, expone el investigador del ICM y máximo responsable del proyecto Jaume Piera.
Un escenario complejo
A juicio de los expertos, las soluciones actuales de adaptación al cambio climático son insuficientes teniendo en cuenta que este está estrechamente relacionado con otros retos globales como la seguridad alimentaria, la escasez de agua, la pérdida de biodiversidad y la degradación del medio ambiente.
Por ello, las medidas desarrolladas en el marco del proyecto ARSINOE (Climate Resilient Regions Through Systemic Solutions and Innovations) tendrán en cuenta la complejidad, las interdependencias y la interconexión entre las distintas sociedades y economías contemporáneas, abarcando los intereses de todos los agentes implicados.
Asimismo, estarán alineadas con los objetivos del Pacto Verde Europeo, que pretende superar retos como el cambio climático o la degradación del medio ambiente. Por último, las soluciones que se propongan a través de ARSINOE serán específicas para cada región europea, y buscarán fomentar la sostenibilidad y la mejora de los ecosistemas marinos y terrestres.
La aplicabilidad, replicabilidad, potencial y eficacia de las medidas se comprobará en nueve regiones europeas distintas, entre ellas ríos, puertos, lagos, islas y zonas litorales tanto del sur como del norte de Europa. En el caso particular de Grecia, el equipo del ICM desarrollará la plataforma en estrecha colaboración con la Agencia de Medio Ambiente Natural y Cambio Climático (NECCA), encargada de la gestión de las áreas protegidas del país y la conservación de su biodiversidad.