Noticias | 13 Agosto 2019

Un estudio del ICM-CSIC define y clasifica los refugios ante la acidificación oceánica

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El Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) lidera un estudio, publicado en Global Change Biology, que propone por primera vez un marco conceptual y una clasificación para estos refugios. Conocidos como OAR, según sus siglas en inglés, son espacios singulares que mantienen su biodiversidad y mitigan el impacto de la acidificación.

Ecosistema marino rico en biodiversidad. Imagen: Cristina Linares.

El Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) lidera un estudio, publicado en Global Change Biology, que propone por primera vez un marco conceptual y una clasificación para estos refugios. Conocidos como OAR, según sus siglas en inglés, son espacios singulares que mantienen su biodiversidad y mitigan el impacto de la acidificación.

Los OAR pueden ser de tipo espacial, donde una barrera física minimiza la exposición a aguas ácidas, o adaptativo, donde se estimula la adaptación genética a la acidificación. En el primer caso, las especies están protegidas ante las condiciones extremas de la acidificación, como en montañas submarinas o puntos de elevada producción primaria. En el segundo, los organismos están expuestos a aguas ácidas de forma intermitente, como ocurre, por ejemplo, en áreas con frecuentes surgencias de aguas ácidas profundas, donde se pueden dar mecanismos de adaptación en las especies.

La investigadora principal del proyecto, Lydia Kapsenberg, investigadora Marie Curie en el ICM-CSIC, indica que el estudio “revisa la literatura actual y propone posibles refugios climáticos ante la acidificación oceánica”. Este trabajo es importante para que, en sus palabras, “científicos, legisladores y la administración sepan dónde y cómo invertir los esfuerzos de conservación”. Actualmente, la gestión de los refugios ante la acidificación no cuenta con una gestión a nivel global.

 

Consecuencia del cambio climático y de la absorción de CO2 en la atmósfera

El océano absorbe gran parte de las emisiones de CO2 a la atmósfera, lo que altera el equilibrio de pH del agua marina, cuya reducción provoca que el agua sea más ácida. La acidificación oceánica es una problemática que amenaza los organismos de los ecosistemas marinos de todo el mundo y afecta especialmente a los organismos calcáreos como los bivalvos, corales y erizos de mar. En la zona noroeste del Océano Pacífico los criaderos de ostras han sufrido grandes pérdidas debido a los bajos niveles de pH.

Esta investigación también analiza la posibilidad de modificar el pH del agua para generar refugios operativos a pequeña escala, con el objetivo de gestionar los recursos marinos para favorecer, por ejemplo, el crecimiento de marisco en piscicultura.

Kapsenberg explica que, si bien la prioridad ante el cambio climático es reducir las emisiones globales de CO2, “la gestión de refugios climáticos marinos a escala local puede ser clave para mantener los recursos y la biodiversidad de los ecosistemas marinos”.

 


Artículo de referencia: Kapsenberg L, Cyronak T. Ocean acidification refugia in variable environments. Glob Change Biol. 2019;00:1–14. https://doi.org/10.1111/gcb.14730

 

Nota de prensa: Delegación CSIC Cataluña