Una encuesta liderada por el Grupo de Trabajo de Igualdad del ICM confirma que el impacto de la situación actual está determinado por los condicionantes de género, lo que se relaciona directamente con la desigualdad y la falta de corresponsabilidad.
El pasado mes de mayo, el Grupo de Trabajo de Igualdad del ICM llevó a cabo la encuesta “Impacto del confinamiento”, cuyo objetivo era mostrar los indicadores de percepción y opinión sobre la afectación en el reparto de roles de género durante el confinamiento de la población causado por la pandemia de la COVID-19.
Ahora se han publicado los resultados de la misma, y ponen de manifiesto que la crisis provocada por la COVID-19está teniendo un mayor impacto sobre el futuro profesional de las mujeres –y así lo reconocen casi la mitad de los hombres-, lo que se relaciona directamente con la desigualdad de género y la falta de corresponsabilidad.
Según la encuesta, el confinamiento dificulta mucho más el teletrabajo a las mujeres, que dedican más de 5h al día al cuidado de menores, entre 1 y 4h al día al cuidado de personas dependientes y entre 3 y 4h al día a las tareas domésticas, mientras que los hombres dedican sólo entre 1 y 2h al día a estas últimas.
En referencia a los factores que más afectan a la jornada laboral de teletrabajo, para las mujeres son, en primer lugar, las tareas domésticas; en segundo, el cuidado de menores; y en tercero, la falta de condiciones y equipamiento para el teletrabajo. En el caso de los hombres, en cambio, esta falta de condiciones y equipamiento ocupa la primera posición del ranking de factores que más afectan al teletrabajo, mientras que el cuidado de menores y las tareas domésticas ocupan la segunda y la tercera posición, respectivamente.
Por otro lado, la encuesta desvela que el confinamiento incrementa la pérdida de talento femenino. En este sentido, el 65% de las mujeres encuestadas consideran que la crisis les ha afectado más, y así lo creen también el 47% de los hombres.
“Los resultados de la encuesta evidencian que la desigualdad de género sigue, a día de hoy, presente en el ámbito profesional y en la dedicación a tareas domésticas y de cuidados”, lamenta Sara Soto, impulsora de la encuesta y miembro del Grupo de Igualdad del ICM.
En este sentido, Soto expone que “como en muchas otras crisis las mujeres siguen siendo las grandes afectadas y también las grandes olvidadas, puesto que, aunque la sociedad está avanzando en el tema, las diferencias persisten y tienen un impacto en su desarrollo profesional. Queda mucho trabajo por hacer desde el punto de vista socio-económico, medioambiental y educacional para poder llegar a una sociedad feminista donde la corresponsabilidad sea real”.
La encuesta contó con una elevada participación: 183 personas que trabajan en el ICM, la Unidad de Tecnología Marina (UTM) y el Centro Mediterráneo de Investigaciones Marinas y Ambientales (CMIMA). El 58% de ellas eran mujeres y el 42% hombres, en mayor medida investigadores de entre 41 y 50 años que desarrollan su jornada laboral en el despacho.
“Desde el inicio de la situación de confinamiento tuvimos clara la necesidad de lanzar esta encuesta”, explica Soto, que detalla que esta fue diseñada en base a otra encuesta elaborada por la Comisión de Igualdad de otro centro del CSIC con el que el ICM comparte muchos intereses: el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA).
“Adaptamos la encuesta del IDAEA a las circunstancias y características de nuestro centro, modificando las preguntas pertinentes para abarcar un mayor número de diversidades y situaciones personales que pudieran darse. Además, se añadieron nuevas preguntas con el objetivo de disponer de más indicadores de opinión y percepción”, añade Soto.
El principal objetivo de la encuesta era disponer de los indicadores de percepción y opinión sobre los diferentes ámbitos relacionados con la afectación en el reparto de roles de género durante el confinamiento de la población provocada por la pandemia del COVID-19, en las diferentes unidades familiares, así como los relacionados con el funcionamiento del teletrabajo. Por ello, el Grupo de Trabajo de Igualdad del ICM se centró sobre todo en el binomio entre la conciliación y la situación de confinamiento, introduciendo el sesgo de género en el análisis de la corresponsabilidad.