En el “A Fondo” de este mes hablamos de los principios de la “Open Science” y de la apuesta del ICM-CSIC por una ciencia más inclusiva y que llegue a más gente.

En el panorama actual de la investigación científica, principios de la Open Science, con el Open Access como uno de sus principales apuestas, han cobrado una relevancia creciente. Lo que comenzó como una lucha por el acceso abierto a publicaciones científicas ha evolucionado hacia un cambio mucho más profundo: la transformación del propio sistema de investigación. Este mes de octubre, coincidiendo con la celebración de la "International Open Access Week", el Institut de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) ha dado un paso adelante al organizar una serie de actividades que ponen de relieve la importancia de esta transición.
Entre ellas destacan la charla del Dr. Ismael Ràfols, “Thinking of Open Science as a Transformation of the Research System”, en la que el investigador, del Centre for Science and Technology Studies de Leiden (Países Bajos) y chair de la Cátedra de la UNESCO sobre Diversidad e Inclusión en la Ciencia Global, abordaba la Open Science como un cambio estructural en la ciencia siguiendo las recomendaciones de la UNESCO sobre la Ciencia Abierta; la organización, por parte de los ICM Young Researchers, de un Escape Room sobre las distintas vías de acceso a las publicaciones; o la proyección del documental The Paywall. The Business of Scholarship, que ofrece una crítica contundente al sistema actual de publicaciones académicas. Todas estas actividades se enmarcaron dentro del programa de la “Open Science Week” del ICM-CSIC.
Del "Open Access" a la "Open Science"
El concepto de Open Access (Acceso Abierto) ha sido, durante mucho tiempo, el eje central de una campaña global que busca garantizar que los resultados de la investigación científica sean accesibles para todos, sin restricciones económicas ni legales. Este movimiento surgió como respuesta a las barreras impuestas por las editoriales académicas tradicionales, que imponen altos costes para acceder a artículos científicos.
El ICM-CSIC ha liderado iniciativas clave para superar estas barreras, siendo un ejemplo destacado la revista Scientia Marina, que ofrece acceso abierto de tipo diamante. Este modelo permite que las autoras y autores publiquen sin coste y que los lectores accedan libremente al contenido de la revista, eliminando todo tipo de barreras económicas tanto para publicar como para leer los artículos. Scientia Marina es una de las pocas iniciativas de este tipo dentro del CSIC, y se ha convertido en un pilar para la difusión de estudios científicos en ciencias marinas, reforzando la misión del ICM de promover el conocimiento accesible y de calidad.
La Open Science es una evolución natural del Open Access, pero su alcance es mucho más amplio. No se trata únicamente de eliminar las barreras a las publicaciones científicas, sino de democratizar la ciencia haciéndola más inclusiva, equitativa y accesible en todas las etapas del proceso de investigación. Esto implica compartir datos, métodos, herramientas y software desde el inicio de un proyecto, permitiendo que la comunidad científica pueda replicar, verificar y contribuir a la investigación de forma más efectiva. Y es que, al final, la verdadera ciencia abierta va más allá de hacer llegar el conocimiento a la comunidad científica, pues también debe llegar a la ciudadanía, haciendo incluso que ésta participe en los distintos procesos de generación de conocimiento.
Durante su charla en el ICM-CSIC, el Dr. Ismael Ràfols, experto en políticas científicas y diversidad en la ciencia global, explicó cómo la Open Science debe ser vista como un cambio estructural en el sistema de investigación. Según Ràfols, este paradigma no solo transforma la forma en que se difunden los resultados científicos, sino que también cuestiona las estructuras de poder y las jerarquías tradicionales que han dominado la investigación científica durante décadas. Y es que, al final, la Open Science aboga por una mayor equidad y diversidad en la ciencia, asegurando que investigadores de todo el mundo, independientemente de sus recursos, puedan acceder y contribuir al conocimiento científico.
La apuesta del ICM por la ciencia abierta
La UNESCO defiende que la Open Science no implica únicamente abrir la investigación a otros científicos, sino también fomentar un diálogo abierto con otros sistemas de conocimiento e involucrar a actores sociales en el proceso científico. En este sentido, el ICM promueve actividades de co-creación e inclusión de agentes locales en los procesos de investigación, como es el caso de las cofradías de pescadores, entre otros. Asimismo, son muchos los proyectos que representan esta apertura hacia la sociedad, como Observadores del Mar, MINKA, CoastSnap o el Patí Científic, donde se fomenta la ciencia participativa y se invita a la ciudadanía a colaborar en la recolección y análisis de datos.
Por su parte, el CSIC también ofrece herramientas para respaldar esta transición a una ciencia abierta. Es el caso de programas como PROA, que apoya económicamente la publicación de artículos en acceso abierto, o el repositorio DIGITAL.CSIC, que facilita el acceso a todo el mundo de los contenidos publicados en el mismo, asegurando que los trabajos cumplan con los principios de la ciencia abierta y proporcionando visibilidad mediante la asignación de DOIs a los trabajos de los investigadores. En este sentido, cabe destacar que el ICM ocupa el segundo puesto en cuanto a outputs científicos subidos a DIGITAL.CSIC, un total de 17.601.
Para aquellos que desean subir conjuntos de datos, DIGITAL.CSIC también ofrece plantillas y la herramienta FAIR eva, que sirve para evaluar el nivel de apertura de los datos. En cuanto al software y código fuente, el CSIC ayuda en la gestión de licencias de acceso abierto y copyleft, para garantizar que los desarrollos puedan ser utilizados libremente sin comprometer la protección intelectual de los investigadores.
El impacto de la “Open Science”
Los principios de la Open Science se han ido institucionalizando en los últimos años, y se han visto reforzados internacionalmente con los movimientos como DORA o CoARA. España cuenta desde el año pasado con una Estrategia Nacional en Ciencia Abierta y Cataluña adoptó también una estrategia propia en este sentido que se puede consultar aquí.
Por ejemplo, la mayoría de organismos de financiación ya exigen que los datos y publicaciones derivados de los proyectos que financian sean accesibles de forma abierta. Además, el impacto de la ciencia abierta en la reputación de los investigadores también está cambiando, pues permite a los científicos demostrar su liderazgo en la promoción de prácticas responsables y transparentes, lo que puede repercutir positivamente en su visibilidad y oportunidades de colaboración.
En definitiva, mediante este texto y la organización de las actividades mencionadas previamente coincidiendo con la celebración de la "International Open Access Week" el ICM pone sobre la mesa su posicionamiento a favor la Open Science y su gran potencial para democratizar el conocimiento científico, promover una mayor equidad y mejorar la calidad de la investigación.