Los detalles se recogen en un estudio liderado por el ICM-CSIC que defiende que estos microorganismos, entre los más abundantes del océano, desafían algunos principios clásicos de la ecología y la evolución.

Un equipo internacional co-liderado por el Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC) ha desvelado nuevos detalles sobre la distribución global y la diversidad de los picozoos, un linaje de picoeucariotas heterótrofos poco estudiados y que constituyen una parte significativa de las comunidades microbianas marinas. Los resultados se recogen en un artículo científico publicado recientemente en la revista Microbiome y contribuyen al entendimiento de las dinámicas evolutivas y estrategias ecológicas de los protistas marinos, cruciales en el funcionamiento del ecosistema oceánico.
Los picozoos se encuentran entre los diez grupos de eucariotas unicelulares más abundantes en ambientes marinos. Sin embargo, hasta ahora, su estudio había estado restringido a análisis generalistas, que aportaban información limitada sobre su ecología y distribución a nivel global. Este trabajo representa un enfoque integral, que combina análisis filogenéticos, modelado de distribución de especies y caracterización de nichos ecológicos.
Según el estudio, los picozoos clasificados como parte del picopláncton, con un tamaño de apenas 3 micrómetros, habitan en una amplia variedad de entornos oceánicos, desde regiones polares hasta aguas tropicales. Se cree que actúan como depredadores, alimentándose de bacterias y jugando un papel clave en las redes tróficas marinas al controlar otras poblaciones microbianas.
“Al estar entre los protistas abundantes del océano, la importancia ecológica de Picozoa es indiscutible, aunque su rol específico en la red trófica aún está por dilucidar”, expone Ramon Massana (ICM-CSIC), autor del trabajo.
Un rompecabezas evolutivo
Los Picozoa no solo son abundantes y ampliamente distribuidos, sino que también presentan una filogenia compleja, incluyendo un número considerable de especies organizadas en cinco grupos. Este estudio buscaba resolver algunos de los enigmas sobre su distribución global, su capacidad de adaptación a diversos entornos y cómo sus estrategias ecológicas difieren entre especies.
"Sabemos que los Picozoa son importantes para el equilibrio ecológico del océano, y estos nuevos resultados sobre su diversidad y distribución nos ofrecen pistas fascinantes sobre cómo estos organismos evolucionaron y se adaptaron a diferentes condiciones ambientales", detalla en este sentido Ramiro Logares (ICM-CSIC), otro de los autores del estudio.
Para la elaboración del trabajo el equipo científico combinó análisis filogenéticos con modelos de nicho ecológico, que buscan predecir la distribución de las especies basándose en datos ambientales. Para ello, se utilizaron datos de ADN recopilados en la base de datos global EukBank, que compila información de un gen marcador de protistas, junto con variables ambientales como la temperatura, la salinidad o los nutrientes en miles de muestras oceánicas. Los modelos predictivos permitieron mapear la distribución potencial de los Picozoa en el océano global, incluso en áreas no muestreadas directamente, revelando patrones llamativos.
Los resultados confirmaron que las especies de Picozoa se pueden clasificar en tres grupos principales según su distribución: especies de amplia distribución, polares y no polares. Por sorpresa de las investigadoras e investigadores, las especies filogenéticamente cercanas no se distribuían de forma similar, lo que se conoce como dispersión filogenética, desafiando así el concepto clásico de conservación del nicho filogenético, que postula que especies filogenéticamente cercanas comparten nichos ecológicos similares.
"Los resultados del estudio apuntan a que especies estrechamente relacionadas pueden adaptarse a condiciones muy diferentes, lo que refleja diferentes estrategias ecológicas", afirma el equipo.
Implicaciones para la ciencia
A juicio de los autores, los resultados de esta investigación son un paso importante para comprender la dinámica evolutiva y ecológica de microorganismos marinos previamente poco estudiados. Además, destacan la relevancia de estudiar a nivel genómico y ecológico a estos pequeños organismos que desempeñan un papel crucial en el ecosistema marino.
"La capacidad de las especies de Picozoa para adaptarse a diferentes ambientes sugiere historias evolutivas complejas que podrían ayudarnos a entender mejor los impactos del cambio climático y otras alteraciones ambientales en la biodiversidad marina mediante el seguimiento espaciotemporal de la distribución de las especies", concluyen los investigadores.
Con todo, el trabajo pone de manifiesto que incluso los organismos más diminutos del océano pueden contener respuestas fundamentales para comprender la evolución y el funcionamiento de los ecosistemas a escala global.