Los océanos son la mayor reserva de agua de la Tierra. Debido a las propiedades físicas y químicas únicas del agua, los océanos juegan un papel clave como termorregulador y como amortiguador químico. Uno de los objetivos del ICM es comprender la evolución del contenido de calor y carbono del océano (almacenamiento, transporte e intercambio) y cómo impacta en el tiempo atmosférico a escalas temporales, desde el pasado hasta el presente y el futuro. También estudiamos los modos de variabilidad de las interacciones climáticas que son modulados por el océano, además de los efectos sobre el aumento del nivel del mar.