Noticias | 11 Julio 2024

Arte y ciencia se fusionan en "Thalastasi", la nueva instalación que da visibilidad a los microorganismos marinos

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La obra, en la que ha participado el ICM, representa un viaje artístico y científico que explora la importancia de los microbios marinos en la regulación del clima de la Tierra.

"Thalastasi" es una pieza de arte digital que revela cómo los microbios marinos participan en la regulación del clima del planeta / Alba G. Corral.
"Thalastasi" es una pieza de arte digital que revela cómo los microbios marinos participan en la regulación del clima del planeta / Alba G. Corral.

Los científicos del Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC), Vanessa Balagué y Pablo Sánchez, junto con los artistas Alba G. Corral, Santi Vilanova (Playmodes) y el estudio creativo SHOOK Studio, del cual forman parte los investigadores y artistas visuales Marta Royo y Toni Aranda, presentan "Thalastasi", una pieza de arte digital desarrollada en el marco del Programa Art & Sea for Social Change del ICM-CSIC con el apoyo de la Fundación Catalana para la Investigación y la Innovación (FCRI) (Convocatoria Joan Oró 2024) que propone un viaje vertical abstracto desde la atmósfera hasta las profundidades del océano.

Esta instalación revela cómo la gran diversidad de microbios marinos, invisibles al ojo humano, participa en la regulación del clima del planeta. Con un enfoque innovador que combina arte, ciencia y divulgación científica, la pieza invita a los espectadores a sumergirse en un océano de datos científicos y de vida que garantiza el equilibrio planetario, fomentando la reflexión sobre la relación de la humanidad con el mar y las especies no humanas, especialmente en el contexto actual de cambio climático.

La pieza, que se estrenará en el Festival Eufònic 2024, se podrá ver del 11 al 14 de julio de 16:00h a 21:00h en el FAB LAB Terres de l’Ebre. La presentación oficial tendrá lugar el 12 de julio a las 16:00h, aunque antes, a las 10:30h, se presentará también en la Escuela de Arte y Cultura de Tortosa en el marco de Eufònic PRO, el encuentro profesional del festival.

“Con este proyecto no solo hemos querido crear una pieza artística partiendo de unos datos científicos, sino que nos interesaba especialmente cómo se podían hibridar los saberes durante el proceso. La metodología de trabajo utilizada en “Thalastasi” es innovadora en el sentido de que se ha creado un espacio de investigación y co-creación entre científicos y artistas, donde hemos explorado conjuntamente los datos, las metodologías y las narrativas”, exponen Vanessa Balagué y Pablo Sánchez, del ICM-CSIC.p

El proyecto

"Thalastasi" da voz y visibilidad a los microorganismos marinos y a su papel fundamental en la regulación climática y el mantenimiento de la vida en la Tierra. La pieza sigue el viaje del CO2 desde la atmósfera hasta las profundidades oceánicas, mostrando cómo el carbono es metabolizado por el microbioma marino hasta quedar secuestrado en el fondo del océano durante miles de años. Al mismo tiempo, del metabolismo de las bacterias en la superficie del mar se deriva el DMS, un gas responsable de la generación de nubes que reflejan la luz del Sol. Ambos procesos son clave en la regulación de la temperatura del planeta, y sostienen la Teoría de Gaia, donde todos los organismos viven en interdependencia y permiten la continuidad de la vida en la Tierra. Esta narrativa central se traduce de manera visual y sonora mediante herramientas de código generativo, interpretando datos genómicos y ambientales recogidos en la expedición Malaspina, realizada en 2011.

Concretamente, para la confección de la instalación se procesaron e interpretaron datos del océano global a diversas profundidades oceánicas, incluyendo información como la temperatura, la salinidad, la concentración de oxígeno o el ADN microbiano. Posteriormente, a través de un riguroso proceso de análisis, los datos fueron visualizados y transformados en una experiencia artística inmersiva.

El resultado final

El resultado final pone sobre la mesa los muchos beneficios de la colaboración entre científicos y artistas. El diseño sonoro recrea entornos y procesos ecológicos marinos mediante motores de síntesis sonora. Harmonías de piano basadas en las letras del ADN -la G, la A, la T y la C- complementan la obra evocando emociones. Finalmente, el diseño visual, basado en el análisis de datos, hace visible lo invisible, representando metabolismos y diversidad microbiana en ambientes que van desde la capa fótica, donde aún llega la luz, hasta la hostilidad del océano oscuro y profundo, el batipelágico, donde tienen lugar los procesos de secuestro de carbono.

“Ondas, burbujas, líquidos, emisores de gases, partículas en decantación, microorganismos, altas presiones, etc. Cada uno de estos elementos se ha trabajado de forma individualizada y se ha creado un modelo de síntesis sonora. El resultado es un conjunto de instrumentos que, a través de procesos generativos, dan como resultado una serie de sistemas sonoros “vivos” e impredecibles, de sonoridad exótica y genuina”, explica el artista Santi Vilanova (Playmodes).

Por su parte, la artista Alba G. Corral añade: “Incorporando la metáfora creativa estudiada durante el proceso de visualización de los datos, se ha construido un imaginario oceánico que explora posibles comportamientos en contextos de abundancia e incertidumbre proporcionados por los datos, recreando ambientes específicos de cada profundidad oceánica”.

“Thalastasi ha sido un reto a nivel profesional porque abre nuevas rutas de divulgación de conceptos científicos invisibles y abstractos a través de lenguajes artísticos poco convencionales. Estamos muy satisfechos con todo el proceso, en el que hemos actuado como mediadores entre los científicos y los artistas, haciendo de intérpretes entre los dos mundos y definiendo una narrativa que fuera fiel a los resultados de la investigación”, concluyen Marta Royo y Toni Aranda, de SHOOK Studio.