¿Sabías que también hay cañones submarinos? ¿Y que son estructuras propias, no sólo de la Tierra, sino que también de otros planetas? Su evolución depende de las condiciones climáticas y, en el mar, su estudio comienza con el análisis de los datos batimétricos.
Los cañones son grandes estructuras geológicas que se hallan tanto en tierra como en el medio marino. Según muestran los mapas, los cañones terrestres y los submarinos son extraordinariamente parecidos, por lo que se cree que son el resultado de procesos geológicos similares y están formados por las mismas leyes físicas.
Sin embargo, no se encuentran solo en la Tierra, ¡sino también en otros planetas! Ese es el caso del Valle Marineris, el mayor cañón de Marte y, de hecho, el más grande del Sistema Solar. Tiene más de 4.000 kilómetros de largo, 200 de ancho y 10 de profundidad. Pero... ¿Qué relación existe entre los cañones de la Tierra y los de Marte? ¿Obedecen a los mismos procesos de formación?
Valles gigantes debajo del agua
Los cañones submarinos pueden definirse como valles ubicados en el fondo marino con cabeceras situadas en la plataforma continental que se extienden a través del talud continental. Su morfología es diversa, aunque normalmente presentan una cabecera, un curso superior profundamente excavado (a veces con afluentes) en el talud continental, un curso medio donde el relieve es más suave y un curso inferior que suele ser de transición hacia un canal profundo.
El modelo clásico de evolución de los cañones submarinos sugiere que se forman durante periodos en los que el nivel del mar es bajo. Según este modelo, el principal control de la actividad de los cañones submarinos es el acoplamiento del sistema de cañones submarinos a las fuentes de sedimentos terrestres, por conexión directa con el transporte de sedimentos fluvial o litoral (olas, mareas, corrientes), que redistribuyen los sedimentos a lo largo de la costa.
Los cañones submarinos están presentes en todos los márgenes continentales y en todas las latitudes. Los asociados a los ríos, es decir, aquellos que erosionan la plataforma continental, son, en general, mayores en tamaño, longitud e incisión que los cañones ciegos, es decir, aquellos que se inician en el borde de la plataforma continental.
Los cañones submarinos situados en el Mediterráneo y el Mar Negro son, de promedio, menores en área, longitud e incisión que en otras zonas. En cambio, los cañones más grandes de la Tierra se encuentran en latitudes altas, como es el caso del cañón de Bering-Bristol-Pribylov. Este cañón está ubicado en Alaska y ocupa una superficie de 33.340 kilómetros cuadrados.
Evolución y estudio
La evolución de los cañones terrestres, como el del Colorado (con 446 km de largo, 29 de ancho y 1.8 de profundidad), está relacionada con grandes avenidas y desprendimientos. Sin embargo, bajo el agua los cañones evolucionan como consecuencia de desprendimientos y por el efecto erosivo de sedimentos que son canalizados junto a nutrientes y, en los últimos años, basura desde zonas someras cuando hay tormenta. Además, los cañones submarinos pueden propagarse tanto hacia tierra como hacia el pie del talud continental por la combinación de procesos de inestabilidad sedimentaria y como consecuencia de flujos turbidíticos erosivos. A raíz de esto, las cabeceras de los cañones pueden migrar hacia la línea de costa y representar un riesgo geológico para quienes viven allí.
El estudio de los cañones submarinos comienza con el análisis de datos batimétricos que revelan su morfología y permiten definir parámetros morfométricos como la sinuosidad. Adicionalmente, el análisis de los datos sísmicos proporciona información sobre el contexto tectónico-sedimentario y permite comprender la evolución geológica de los cañones a lo largo de millones de años. Finalmente, otros métodos como el muestreo de sedimentos contribuyen a comprender los procesos sedimentarios y el tipo de sedimentos que circulan por cada cañón.
¿…y Marte?
¿Cómo son los cañones marcianos? ¿Se forman y evolucionan de la misma manera? La verdad es que no existe aún una respuesta definitiva a esta pregunta. No es fácil demostrar grandes eventos de inundación o flujos de sedimentos recurrentes en el entorno marciano, pues el agua líquida no puede existir en la mayoría de las condiciones actuales de la superficie marciana. Probablemente, el Valles Marineris es una gran estructura tectónica que ha evolucionado gracias a desprendimientos y avalanchas. No obstante, en algunos flancos del cañón parecen existir canales que podrían haberse formado por el flujo de agua o de dióxido de carbono.