BioPlatgesMet, impulsado por el AMB con el apoyo del ICM-CSIC y el Instituto Metrópoli, combina tecnología abierta, ciencia ciudadana y gestión pública para mejorar la conservación de los espacios naturales.
El proyecto BioPlatgesMet finaliza su trayectoria después de dos años de actividad con resultados destacados: más de 6.000 observaciones registradas en la plataforma MINKA, correspondientes a 697 especies diferentes de las playas metropolitanas. De ellas, 47 están catalogadas como protegidas y 24 como invasoras.
Las cinco especies más observadas han sido el corruco o berberecho Acanthocardia tuberculata (112 observaciones), la almeja blanca Spisula subtruncata (111), la vela de mar Velella velella (102), la caracola de piedra Stramonita haemastoma (101) y la gaviota corsa Ichthyaetus audouinii, catalogada como especie protegida (99 observaciones).
Los datos recogidos servirán para planificar actuaciones de conservación, como priorizar intervenciones en zonas dunares con presencia de especies invasoras, reforzar la señalización, restringir el acceso a zonas donde se hayan detectado especies protegidas y monitorizar la recuperación de la vegetación autóctona a partir del seguimiento realizado.
Daniel Palacios, jefe del Servicio de Playas del AMB, afirma que
“En el futuro se plantean diversos retos: mantener la recogida de datos, garantizar la calidad y la validación constante de las observaciones e integrar los datos generados en la toma de decisiones en la gestión integral de las playas. También es clave dar visibilidad a los resultados para amplificar el impacto social y ambiental de BioPlatgesMet”.
Por su parte, Karen Soacha, investigadora del grupo EMBIMOS del ICM-CSIC, valora positivamente el proyecto:
“Codiseñar herramientas tecnológicas con las administraciones ha permitido demostrar cómo estas infraestructuras facilitan el paso de los datos a la toma de decisiones”.
Elena Domene, jefa del área de sostenibilidad del Instituto Metrópoli, afirma que
“Las playas metropolitanas son espacios de biodiversidad, pero también espacios sociales que requieren una gestión compartida. El proyecto BioPlatgesMet ha demostrado que la ciencia ciudadana puede generar conocimiento valioso y vínculos con el territorio. El reto es mantener esta participación para que las playas sean más valoradas y más participativas”.
BioPlatgesMet ha supuesto un salto cualitativo en el conocimiento y la gestión de la biodiversidad de las playas metropolitanas mediante la integración del binomio tecnología, ciencia y participación ciudadana.
Los datos recogidos y las herramientas aplicadas han permitido pasar de un enfoque de estudio puntual a una estrategia colaborativa y continua de seguimiento y gestión del litoral. Paralelamente, la implicación de la ciudadanía, los proyectos educativos y de dinamización y la difusión han reforzado la sensibilización, promoviendo la percepción de la playa como un espacio natural.
Infraestructura tecnológica para la biodiversidad
El proyecto ha permitido desarrollar un conjunto de herramientas digitales y metodologías que combinan la recogida de datos de flora y fauna, su visualización y el impulso de la participación ciudadana. Entre estas herramientas destaca MINKA, la plataforma de ciencia ciudadana creada por el Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC). A través de esta plataforma, técnicos, voluntarios y observadores ciudadanos registran fotografías geolocalizadas de flora y fauna en la zona litoral y dunar. Las observaciones se validan colectivamente y también por personal experto antes de integrarse en bases de datos abiertas. Hasta ahora, un total de 253 personas han participado en el proyecto, de las cuales 165 han aportado observaciones.
También se ha desarrollado el Dashboard MINKA, un panel de seguimiento destinado a los equipos de gestión que permite visualizar y analizar los datos generados por MINKA. Esta herramienta facilita la detección de tendencias, la identificación de zonas que requieren actuaciones y la localización de posibles especies invasoras, ayudando así al AMB en la toma de decisiones técnicas.
Además, se han realizado pruebas piloto de herramientas complementarias como un ChatBot de consulta interactiva en tiempo real, la inteligencia artificial PlantNet para la identificación de especies a partir de fotografías, o CirculAR, una aplicación de realidad aumentada para visualizar las dinámicas de las zonas dunares.
Este conjunto de herramientas ha permitido evolucionar de un modelo de estudio tradicional puntual hacia un sistema de seguimiento continuo, colaborativo y digitalizado, en el que la ciudadanía aporta datos de valor científico y la Administración puede actuar con mayor agilidad.
Educación ambiental y dinamización ciudadana
Uno de los pilares del proyecto ha sido su integración en los programas educativos y de dinamización de las playas metropolitanas que forman parte del programa Aprenem a la Xarxa, como la adaptación e integración de contenidos y materiales para la Jugatecambiental, la adaptación específica del ciclo de actividades en parques, playas y ríos metropolitanos, y la integración del proyecto BioPlatgesMet en los proyectos educativos APS (aprendizaje-servicio).
Este enfoque, respaldado por una intensa labor de difusión y comunicación, ha contribuido a reforzar el vínculo entre ciudadanía, entorno natural y gestión pública, generando una comunidad de voluntarios y entidades activas con un objetivo común: la conservación y mejora de los ecosistemas litorales. Globalmente, la participación ciudadana en las actividades de Aprenem a la Xarxa ha aumentado de 6.144 en 2024 a 6.770 en 2025.