Es la principal conclusión de una investigación en la que ha participado el ICM-CSIC que subraya la necesidad de integrar datos climáticos en la planificación marítima para fomentar la adaptación al cambio global.

Un nuevo estudio internacional en el que ha participado el Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC) ha revelado que la Planificación Espacial Marina (PEM) podría desempeñar un papel fundamental en la mejora de la adaptación y mitigación del cambio climático. El trabajo, que firma un equipo del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés), expone cómo una PEM "inteligente frente al clima" (CSMSP, por sus siglas en inglés) puede ayudar a proteger la salud del océano, apoyar el desarrollo sostenible y orientar la acción climática, siempre que se superen las barreras clave y se fortalezcan las condiciones facilitadoras.
La investigación, publicada recientemente en Ocean Sustainability, reúne las perspectivas de científicas y científicos marinos, expertas y expertos en clima y profesionales de la PEM de todo el mundo. Además, examina por qué el cambio climático aún no se integra de forma sistemática en la planificación marina, ofreciendo ejemplos reales de lugares donde ya se aplica con éxito la CSMSP.
La PEM está diseñada para gestionar el espacio marino de manera que se equilibre la protección ecológica, el crecimiento económico y las necesidades sociales. Sin embargo, la mayoría de los planes espaciales marinos actuales no contemplan los efectos futuros del cambio climático, como el calentamiento del océano, la acidificación, el aumento del nivel del mar y los cambios de distribución de la biodiversidad marina. Esta omisión limita su eficacia para garantizar la sostenibilidad a largo plazo tanto de los ecosistemas marinos como de las actividades humanas que dependen de ellos.
Implicaciones clave
El estudio identifica varios factores clave que podrían acelerar la integración de la acción climática en la PEM. En primer lugar, es fundamental el acceso a datos climáticos fiables y a herramientas de apoyo para la toma de decisiones. En este sentido, el equipo científico destaca la necesidad de traducir mejor la evidencia científica en orientaciones prácticas para los responsables políticos y gestores. Asimismo, subraya la importancia de reforzar las alianzas entre el ámbito científico y político con el fin de garantizar el acceso a la información relevante.
En segundo lugar, la comunicación colaborativa e inclusiva es crucial. Los casos exitosos de CSMSP suelen implicar la co-creación de políticas, altos niveles de participación de las partes interesadas y la construcción de confianza con comunidades locales y pueblos indígenas.
En tercer lugar, el equipo de investigación resalta la importancia de disponer de la capacidad técnica y el apoyo institucional, junto con los recursos adecuados, una gestión de datos a largo plazo y la continuidad tanto del personal como de las políticas en curso. Por último, es esencial contar con una gobernanza eficaz y una alineación con las políticas actuales. La PEM debe estar conectada con la toma de decisiones del ámbito climático y sectorial, y, a su vez, respaldada, por la voluntad política de una manera sostenida en el tiempo que impulse la integración entre marcos normativos.
Un marco para la cooperación climática internacional
Más allá de las aguas nacionales, el estudio pone de relieve la gran oportunidad que tenemos: utilizar la CSMSP como marco para la cooperación climática internacional en alta mar o Áreas Más Allá de la Jurisdicción Nacional (ABNJ, por sus siglas en inglés), que representan más del 60 % del océano. Esto podría ayudar a coordinar acciones frente a desafíos transfronterizos como la migración de especies, la acidificación del océano y la pérdida de hábitats ricos en carbono.
Para aprovechar plenamente el potencial de la CSMSP, el equipo científico aboga por una mejor alineación entre la PEM y las políticas climáticas, sistemas de monitoreo más sólidos para evaluar el progreso y una mayor colaboración entre sectores y naciones.
“La Planificación Espacial Marina no solo gestiona los usos actuales del océano, también es una herramienta poderosa para la acción climática que puede unir todos los intereses sectoriales bajo una causa común”, señala María Bas, coautora e investigadora posdoctoral en el ICM-CSIC. “Al reunir a todos los sectores, la PEM puede transformar la manera en cómo usamos el océano y reforzar la resiliencia de cara al futuro”.
Por su parte, Marta Coll, también del ICM-CSIC, añade:
“Integrar datos y proyecciones climáticas en la planificación marina nos permite guiar de forma responsable los sectores económicos tradicionales y emergentes, proteger ecosistemas ricos en carbono como las praderas marinas, y ayudar a las comunidades costeras a adaptarse a las condiciones cambiantes del océano”.
En definitiva, el estudio subraya que una Planificación Espacial Marina inteligente basada en datos climáticos no solo es posible: es urgente. Con las herramientas adecuadas, coordinación y apoyo político, la PEM puede convertirse en una piedra angular de la acción climática global basada en el océano.