El informe ‘Estado de la Naturaleza en Cataluña 2020' subraya la importancia de las reservas marinas para la recuperación de la biodiversidad marina de la costa catalana.

El mar Mediterráneo, que ocupa menos del 1% de la superficie marina del planeta, acoge el 10% de todas las especies marinas, de las cuales un 30% son endémicas. Sin embargo, en zonas como Cataluña falta información básica sobre la biodiversidad marina para garantizar su conservación, según se desprende del informe ‘Estado de la Naturaleza en Cataluña 2020', elaborado por encargo del Departament de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat.
Además, según este documento, que se ha presentado hoy, la sobrepesca y la presión demográfica en la costa catalana están teniendo impactos cada vez más importantes sobre los ambientes marinos de las costas catalanas. En este sentido, el informe destaca que técnicas de pesca como el arrastre empobrecen el fondo marino y atrapan especies amenazadas de forma accidental como es el caso de algunos peces cartilaginosos (en Cataluña el 65% de los tiburones y el 42% de las rayas ya están consideradas en peligro de extinción), tortugas y pájaros (sobre todo las pardelas).
Ante este escenario, el documento subraya la importancia de las reservas marinas para la recuperación de muchas especies, y pone de ejemplo la Reserva Natural Parcial marina de las Medes, donde han aumentado las poblaciones de peces, sobre todo dentro de la reserva, pero también en el área periférica.
Por otra parte, el informe constata que el cambio climático está teniendo efectos evidentes en el medio marino catalán, como lo son las proliferaciones de especies asociadas al calentamiento del agua como algunas medusas y algas filamentosas, y la recurrencia de olas de calor marinas, que están provocando episodios cada vez más frecuentes de mortalidad masiva de diferentes especies. Según el documento, estos episodios a menudo afectan especies con interés comercial, como es el caso del mejillón en el Delta del Ebro.
"En pleno siglo XXI el mar en Cataluña sigue siendo un gran desconocido. No disponemos de información tan básica como una buena cartografía tanto de hábitats marinos ni tenemos suficientes datos sobre el estado de conservación y la evolución de las poblaciones de especies emblemáticas incluidas en tratados internacionales. Sin estos datos no se pueden implementar medidas eficientes que favorezcan la recuperación de la biodiversidad marina", lamenta el investigador del ICM Joaquim Garrabou, que ha participado en la elaboración del estudio.
En general, el informe ‘Estado de la Naturaleza en Cataluña 2020', evidencia que Cataluña vive un declive progresivo y generalizado de su biodiversidad, que se ha reducido un 25% en los últimos dieciocho años. Sin embargo, según este documento, la pérdida de biodiversidad en Cataluña no es igual en los distintos ambientes o hábitats, sino de un 54% en el caso de las especies animales que viven en ríos, lagos y humedales; de un 34 % en el caso de las especies de ambientes agrícolas y prados; y de un 12% en el caso de las especies que encuentran refugio en los bosques y matorrales.
Las conclusiones del informe indican que los cambios en los usos del suelo y la explotación directa son los principales responsables de la pérdida de biodiversidad en los ambientes no marinos, si bien se observa que el cambio climático y la llegada de especies exóticas invasoras tienen un impacto cada vez mayor. El origen de esta tendencia es, según este documento, un modelo socioeconómico que intensifica la obtención de recursos en determinadas áreas y abandona otras que habían sido utilizadas de manera más sostenible.
Fruto de un esfuerzo colectivo
El informe publicado hoy ha sido un encargo del Departamento de Territorio y Sostenibilidad al Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña (CTFC) y al Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) ", que han elaborado el documento conjuntamente con el Instituto Catalán de Ornitología (ICO) y el ICM. Los datos se han extraído de más de 40 entidades de investigación, universidades, administraciones, asociaciones privadas y ONG y cientos de personas voluntarias agrupadas en proyectos de ciencia ciudadana.
Para la elaboración del Informe se ha adaptado al contexto de Cataluña el Living Planet Index (LPI), un indicador global empleado por Naciones Unidas para hacer el seguimiento de la biodiversidad en el planeta, que de momento se basa sólo en información sobre los animales vertebrados. En el caso de Cataluña, como han hecho otros países europeos, se ha añadido información de invertebrados (sólo mariposas). El LPI-Cat se ha calculado a partir de los datos de tendencias de 321 especies incluidas en 7 programas de seguimiento a gran escala y a largo plazo que Cataluña tiene activos actualmente.
Necesidad de fortalecer las políticas de conservación
Los resultados del informe avalan la necesidad de desplegar una política ambiciosa y efectiva de conservación del medio natural y la biodiversidad. De hecho, este documento quiere ser el inicio de la evaluación del desarrollo de la Estrategia del Patrimonio Natural y la Biodiversidad 2030. Por ello, recoge algunas de las acciones concretas que se han llevado a cabo en Cataluña para revertir la pérdida de biodiversidad. Entre ellas destacan proteger espacios naturales a través de la Red de Espacios Protegidos de Cataluña o crear planes y acciones de conservación de especies amenazadas. Estas y otras acciones han permitido mitigar la pérdida de biodiversidad y recuperar las poblaciones de algunas especies fuertemente amenazadas como es el caso de la nutria, el oso pardo o el cernícalo primilla entre otros.