Han finalizado las actividades del primer año de ejecución del proyecto MITICAP, desarrollado entre el Instituto de Ciencias del Mar y la Fundación Biodiversidad, cuyo principal objetivo ha sido adecuar las actividades de pesca artesanal en la zona del Cap de Creus (Costa Brava) para mejorar la conservación de los fondos marinos de la plataforma continental. Durante el desarrollo del proyecto se ha trabajado conjuntamente con las cofradías de Port de la Selva y Cadaqués (Girona).
Han finalizado las actividades del primer año de ejecución del proyecto MITICAP, desarrollado entre el Instituto de Ciencias del Mar y la Fundación Biodiversidad, cuyo principal objetivo ha sido adecuar las actividades de pesca artesanal en la zona del Cap de Creus (Costa Brava) para mejorar la conservación de los fondos marinos de la plataforma continental. Durante el desarrollo del proyecto se ha trabajado conjuntamente con las cofradías de Port de la Selva y Cadaqués (Girona).
Uno de los resultados más relevantes se ha alcanzado después de analizar los 25 transectos de video grabados mediante ROV (vehículos con cámaras operados por control remoto) en fondos de unos 100 metros de profundidad.
Los fondos de estas áreas, en las que trabajan solo pescadores artesanales, presentan una alta diversidad de organismos, más de 25 especies de la macrofauna y con características de especies estructurantes (creadoras de hábitat) y la presencia reportada por primera vez en las costas españolas de la gorgonia endémica del Mediterráneo Spinimuricea klaverenii.
Además, el 90% de los fondos estudiados presentan un estado de conservación muy notable en comparación con otras muchas zonas de la plataforma continental mediterránea española.
También, se ha trabajado con los pescadores artesanales para mejorar algunos artes de pesca, a fin de reducir sobre todo la pesca accidental y los descartes que afectan a las comunidades biológicas del fondo (comunidades bentónicas). De los tres artes de pesca utilizados, la ‘nansa’ para la pesca de pulpo, las “suletas” (en catalán) para la pesca de peces de fondo y el “trasmallo” para la pesca de langosta y peces de roca, es este último el que causa un mayor impacto sobre las comunidades bentónicas, según se ha podido averiguar en el proyecto.
Para minimizar su impacto, se han efectuado 9 series de pescas experimentales con nansas que podrían ser una alternativa al trasmallos. Los resultados, aún provisionales, no han sido del todo satisfactorios ya que tan sólo se han pescado ejemplares juveniles de bogavante. Para mejorar la eficiencia de las nasas se está desarrollando mejoras en las mismas para intentar que sean una alternativa parcial pero real a los trasmallos y así reducir el impacto de este arte sobre las comunidades de fondo.