Noticias | 26 Abril 2022

El bienestar de las especies acuícolas, un gran reto para la pesca y la acuicultura

Share

El ICM-CSIC trabaja intensamente para implantar medidas que mitiguen el dolor, angustia o sufrimiento en las especies acuícolas explotadas.

La mejora de la producción acuícola pasa por aumentar la eficiencia de los procesos de cultivo y el bienestar de las especies explotadas / Wikimedia Commons.
La mejora de la producción acuícola pasa por aumentar la eficiencia de los procesos de cultivo y el bienestar de las especies explotadas / Wikimedia Commons.

Se estima que en 2050 la población mundial habrá crecido un 50% y, en consecuencia, el consumo global de proteína también crecerá. Esto hará necesario incrementar la producción animal y, en concreto, la producción acuícola, para lo que hará falta mejorar la eficiencia y sostenibilidad de los procesos de cultivo y pesca empleados en la actualidad.

Según las investigadoras e investigadores del Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona, esto pasa por mejorar el bienestar de las especies acuícolas explotadas. En la actualidad, existen distintas regulaciones y protocolos para asegurar el bienestar de los peces y cefalópodos cultivados en el laboratorio, y en el caso de los crustáceos se espera que se puedan plasmar en un futuro próximo, si bien no existe una legislación que regule la producción de especies acuícolas.

Ante este escenario, el pasado mes de febrero el ICM-CSIC organizó, junto a investigadores y gestores de otras entidades nacionales e internacionales, un curso de bienestar animal de especies acuáticas dirigido principalmente a profesionales al servicio de las administraciones públicas y académicos de países de Latinoamérica.

El objetivo de esta formación, que forma parte de un programa para mejorar la gestión de los recursos marinos liderado por el CSIC y financiado por la AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo) en el marco del proyecto Interconnecta, que busca  aumentar la productividad acuática en países de Latinoamérica y Caribe, es mejorar los métodos de producción acuícola en estos países aplicando medidas que garanticen el bienestar animal, revaloricen el producto y mejoren así su aceptabilidad por parte del consumidor.

El marco legislativo

En la actualidad, no existe ninguna legislación en la Unión Europea que regule y asegure la aplicación de las estrategias y protocolos disponibles orientados a preservar el bienestar animal por parte de empresas dedicadas a la pesca y la acuicultura.

Sin embargo, en España algunas empresas han empezado a aplicar, recientemente y de forma voluntaria, medidas para minimizar el sufrimiento de las especies capturadas en el mar. Este es el caso del aturdimiento previo al sacrificio del atún rojo o las mejoras en el cultivo del rodaballo y el langostino.

“Estas mejoras implican un coste económico adicional, pero contribuyen, a su vez, a aumentar la calidad del producto final”, expone Guiomar Rotllant, investigadora del ICM-CSIC, coordinadora del curso y experta en crustáceos. A su juicio, “es el propio consumidor quien estimula la implantación de prácticas que aseguren el bienestar animal al estar dispuesto a abonar un importe superior por un producto cuando se ha obtenido respetando los requerimientos de bienestar y sostenibilidad adecuados”.

En Cataluña, tanto desde el comité de ética del ICM-CSIC como desde el departamento de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat se están aplicando los estrictos protocolos y normativas de la Unión Europea que regulan la experimentación animal con fines científicos en peces y cefalópodos.

Asimismo, el personal del Instituto sigue trabajando para implantar medidas que mitiguen el dolor, angustia o sufrimiento en las especies acuícolas explotadas, lo que permite promover una producción de especies acuáticas con elevados estándares de bienestar.